PURGATORIO:Hace unos años escuchàbamos el spot: "México cuenta con el INEGI"; ahoranecesitamos otro que diga que el instituto sufre de alzheimer y nos deja cuentosen lugar de cuentas: el padecimiento no es casual, sino provocado desde elescritorio del gabinete calderonista para "carranzearse" los dineros quecorresponden a entidades densamente pobladas y canalizarlos a los gobiernospanistas, aunque no les correspondan demográficamente.Es el caso del Estado de México donde habitan más de 15 millones de personas ycuenta en su geografía con los municipios más poblados del país, como sonEcatepec, Neza, Naucalpan y Tlalnepantla, pero cuya población ha sido modificadade un plumazo por manos burácratas blanquiazules, porque desde Los Pinos el"contador de muertos" Calderón Hinojosa quiere utilizar el presupuesto del país con fines estrictamente políticos, sobre todo en este año de elección del futuro gobernador. Le llamamos el "contador de muertos", porque su guerra contra el narco, el hambre y ahora las heladas son parte fundamental de sus discursos, repletos decifras de obituartios más que de logros en empleo y mejor calidad de vida: ahíestá nuevamente otro aumento al precio de las gasolinas, ahora más caras que enEstados Unidos, en un país que se sabe repleto de yacimientos.Pero, Felipe y Cèsar Nava nos han dado lecciones de cómo chupar hasta acabarsela ubre presupuestal de Pemex, aunque los platos rotos de tal robo sean pagadospor los millones de mexicanos que necesitan el combustible para sus actividades,labores y estudios.Y ahora usan al INEGI para hablarnos de un infierno irreal, pero seguramentemuchos presidentes muncipales y el propio gobierno de Peña Nieto recurrirán a todas las instancias constitucionales y legales para que se haga un recuento de la población, porque a todas luces se ha informado de cifras que no estánacordes con la realidad demográfica, económica y social del entorno mexiquense.¿O es que el INEGI está reprobado en sumas y restas o de pronto se volviò unjumento en aritmética o un doctor en mentiras? uno más uno son dos, si Pitágoras no es pendejo. Entonces, panistas de la reciente década trágica y miserable, ¿cómo está eso de que uno más uno es iguala uno?Así que, en este infierno no debemos quitar el dedo del renglón y exigir alINEGI -¿manipulado o reprobado?- que vuelva a contarnos bien para que luego no salgan con que a Chuchita la bolsearon y ahora merecemos menos dineros del gobierno calderonista, simple y llanamente porque "Jelipe" quiere el palacio de Lerdo 300 para su partido o su concubina polìtica perredista. esas piñas yo las vendo, dice la vox pópuli. No me cuentes cuentos, INEGI. Y luego dicen que la manta de Fernández Noroña fue una calumnia.
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