EDITORIAL

Se acercan los famosos primeros cien días de gobierno y ya se empiezan a notar los errores y fallas en la administración publica de los diferentes niveles de gobierno, empezando con la demagogia y protagonismos ya caducos de Peña Nieto, pues en seguridad publica si en verdad no aumento, también es cierto que no ha disminuido un ápice, sobre todo contra los medios informativos, 5 secuestros 4 desapariciones y un asesinato en lo que lleva de gobierno, sin olvidar el primer lugar que ocupo el gobierno mexiquense en feminicidios cuando era el gobernador de esa entidad.

En la zona oriente en particular, el municipio de La Paz, ombligo de la zona oriente, el malestar de sus pobladores crece día a día, por la falta de sensibilidad de su alcalde en los pagos de predio o de agua, ya que este prefirió darle mas beneficio económico a una supuesta empresa recuperadora que a sus mismos gobernados, luego de que mientras a los usuarios les descuenta desde un 13% a un 7% dependiendo del mes que se pague, los vecinos comentan que a dicha empresa se le prometió un 30%, por si fuera poco el agua a demás de escasear cuando llega, esta viene pestilente y muchas veces amarillenta o con partículas desconocidas, afirman vecinos de la segunda sección del Valle de los Reyes.

Por otra parte los pobladores de las partes altas del municipio están enfurecidos por las burlas constantes por parte del OPDAPAS, ya que por una parte no cumplen con el mínimo necesario del suministro del vital liquido, esto a pesar de cumplir con los pagos requeridos y aun con la promesa del organismo de repartir con sus pipas gratuitamente el agua potable, estas brillan por su ausencia pero las particulares aparecen por magia cobrando arbitrariamente a su antojo por cada cubeta o tambo, sin olvidar las leyendas urbanas sobre los turbios destinos del agua extraída del supuesto pozo del presidente municipal “legalmente licitado con todos los pagos en orden”  el único pero es que su destino final no es en beneficio de aquellos que le brindaron su voto de confianza, sino sus compromisos e intereses económicos capitalistas en otras entidades vecinas de su municipio.