JLa labor periodística desempeña tres labores sencillas, pero fundamentales: informar, explicar y contextualizar.
uan Carlos Romero Puga
uan Carlos Romero Puga
12 noviembre 2015
Un par de meses atrás, Ramón Salaverría, investigador y profesor de
periodismo de la Universidad de Navarra, envió una carta a la Unidad
Interactiva del Diccionario de la Real Academia Española para plantear la
necesidad de una nueva definición del término periodista, que a su juicio se ha ido volviendo cada vez más obsoleta e
imprecisa.
periodista
1. m. y f. Persona legalmente autorizada para ejercer el periodismo.
2. m. y f. Persona profesionalmente dedicada en un periódico o en un
medio audiovisual a tareas literarias o gráficas de información o de creación
de opinión.
Salaverría presentó un par de argumentos sólidos para la Real Academia
Española, cuyo equipo ha acordado trabajar en una nueva redacción del término
que será incluida en la próxima edición del Diccionario.
El principal, es que en los países democráticos, el ejercicio profesional del
periodismo no está sujeto a ninguna autorización legal, por lo que la primera
acepción solo aplicaría a estados autoritarios en los que no hay libertad de
prensa; la segunda, en cambio, deja fuera a miles de profesionales que se
desempeñan en el oficio de manera autónoma y usan nuevas plataformas de
comunicación.
El término periodista, sin embargo,
resulta mucho más limitado cuando el bien que intenta tutelarse es el derecho a
la libertad de expresión, cuando en el propósito de proteger libertades y con
ello a las personas que ejercen la actividad se busca definir qué es o quién es
un periodista.
En 2006, se creó en México una Fiscalía Especial para la
Atención de Delitos cometidos contra Periodistas, que para
intervenir en cualquier caso requería que la o las víctimas acreditaran su
calidad de periodistas. A esa instancia le tomó cuatro años más elaborar un
criterio que explicaba que la labor periodística se entendía como aquella
llevada a cabo por una persona que se dedica a tareas de información o de
creación de opinión a través de un medio de comunicación.
En los últimos años ha habido esfuerzos importantes por hacer que el concepto
sea aún más general en beneficio de trabajadores de empresas periodísticas, que
no necesariamente intervienen en el trabajo de procesar información o crear
opinión, pero cuya labor resulta vital para que los productos noticiosos
lleguen a sus audiencias.
Comunicadores, organismos de derechos humanos y autoridades fueron
acercándose a una definición amplia e incluyente de la labor periodística, que
se hiciera extensiva a todos los integrantes de la cadena de información. Se
distinguió al periodista como aquella persona que hace del ejercicio de las
libertades de expresión y/o información su actividad principal, de manera
permanente con o sin remuneración, con o sin título profesional o
registro gremial que acredite su ejercicio.
En una segunda aproximación al tema, se definió la actividad
periodística como el ejercicio de buscar, recolectar, grabar, investigar,
sintetizar, redactar, seleccionar, editar, imprimir, divulgar, publicar o
difundir informaciones, noticias, ideas, imágenes u opiniones de interés
general, así como la distribución de estas a través de cualquier medio de
comunicación.
Esta concepción amplia es útil frente a las restricciones a las
libertades. Parte del hecho de que estar bien informado constituye el elemento
básico para el ejercicio razonable y razonado de la libertad, que la libre
expresión es garantía para que otros derechos y otras libertades puedan
sobrevivir y que bajo ese criterio debe protegerse a los directivos de las
empresas periodísticas, pero también al voceador.
Pero, hay en esta construcción un elemento que queda fuera: la
exigencia profesional en una época que ha popularizado el concepto de “periodismo ciudadano",
que asume que la posibilidad de publicar y compartir contenido de carácter
informativo ha convertido en periodistas a los usuarios de nuevas tecnologías y
plataformas de comunicación, aunque con frecuencia se intenta llenar vacíos
informativos con rumores e información falsa, dificultando la comprensión
genuina de lo que está pasando.
La labor periodística desempeña tres labores sencillas, pero
fundamentales: informar, explicar y contextualizar. Como escribe Raymundo Riva
Palacio, “el contexto en las informaciones es vital. Si no se
aporta, el periodismo falla en una de sus funciones primarias: explicar”. El
contexto permite dar significado y profundizar a partir de los datos;
comprender la dimensión de los hechos y darles la jerarquía apropiada en
función del interés público.
Y ahí es donde, una vez
más, el francés Dominique Wolton atina al decir que cuando todo el mundo ve
todo y sabe todo, el periodismo aporta las claves para comprender; la misma
idea de aquel viejo video del
diario El País y su declaratoria sobre el sentido
del periodismo: querer comprendertomado del Internet.
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