El llamado por los mayas “pok-ta-pok” o más
correctamente “pokolpok” y por los aztecas “tlachtli”, es un antiguo juego de
pelota cuya práctica se remonta a unos 3.500 años en el pasado y ha sido
considerado como antecedente del fútbol.
El juego de pelota mesoamericano fue un juego
ritual cuya práctica se extendió a lo largo de los tres mil años de historia
precolombina mesoamericana en todas las culturas de la región. Durante la
dominación española el juego fue prohibido por Torquemada, aunque sin
desaparecer del todo.
Los mayas jugaban porque era una actuación de su
historia de la creación del universo. En el Popol Vuh, conocido como la Biblia
Maya, los dioses gemelos bajaron del infierno para jugar al juego de pelota
contra los demonios. Bajaron porque querían recoger los huesos de la gente y
así crear una nueva raza de humanos. Los gemelos ganaron el partido y los
demonios les dieron los huesos. Según la leyenda así es como los mayas fueron
creados.
La pelota, elemento clave del juego, era fabricada
de la siguiente manera: el látex recogido del árbol conocido como Castilla
elástica era mezclado con el jugo de la planta del guamol. La mezcla se
transformaba en hule para formar las pesadas bolas que tanto impresionaron a
los españoles.
La pelota reviste una gran importancia debido no
solo a su necesario uso, sino a que los pueblos mesoamericanos se adelantaron
3.500 años al descubrimiento del uso del hule con látex para la fabricación de
la goma que tanto se utiliza actualmente.
Dos equipos de uno a siete jugadores, con un juez,
se enfrentaban en una cancha larga dividida en dos. Lanzando directamente o
haciendo pases, una pelota de hule no vulcanizado de unos tres kilos debía ser
tocada por alguna parte del cuerpo o implemento permitido (mazo, guante,
cadera, mano, antebrazo, etc).
Los tantos se obtenían cuando la pelota se recogía
o golpeaba por el equipo contrario con una parte del cuerpo no autorizada o
cuando la pelota era muerta o perdida. Patear la pelota con el pie suponía que
el equipo contrario lograba obtener de 1 a 4 rayas (tantos que eran convenidos
previamente) y la posesión de la pelota. Como era excepcional pasar la pelota
por el aro, cuando esto se lograba se ganaba el juego y el jugador que lo
conseguía era agasajado con premios y honores.
Los jugadores utilizaban, para protegerse de los
golpes de la pelota, una falda hecha de cuero de venado, algodón, cestería o
madera, que era sujetada por un fajado que servia para dar macicez a las
caderas. Los codos y las rodillas se protegían con rodilleras y los pies
generalmente iban desnudos o con tobilleras para evitar alguna desgarre o
luxación.
Prevalece la discusión de si se sacrificaba a algún
jugador de pelota e incluso si era el que ganaba o el que perdía o si la cancha
se utilizaba para ceremonias asociadas a la guerra, como la muerte de
prisioneros. Lo que sí está claro es que el juego de pelota simbolizaba la
lucha entre las fuerzas opuestas del universo, la lucha entre el bien y el mal,
entre la luz y la oscuridad. La pelota en constante movimiento representaba al
movimiento de los astros y las fuerzas de la creación.
Fuente:
tierrasmayas.com
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