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jueves, 16 de mayo de 2019

#ElDíadelMaestro


*Publicado por la Diputada Y Vicepresidenta de la Mesa Directiva del Recinto Legislativo, Martha Ávila.



Vale la pena rescatar la memoria histórica:

El Día del Maestro se instituyó oficialmente en 1918, bajo la premisa de que el maestro era factor decisivo del progreso de la nación y dado fueron ellos de los primeros en unirse al movimiento de 1910.
Durante la Guerra Cristera, de 1926 a 1929, en la que el clero se opuso a la educación laica, muchos maestros fueron perseguidos por los cristeros.
El 15 de mayo de 1935, el presidente Lázaro Cárdenas presidió una ceremonia en honor de los educadores asesinados por los cristeros, y dispuso que cada año se leyeran los nombres de los mártires de la educación.
Con el tiempo, se ha ido perdiendo la memoria de los maestros sacrificados, por ello, vale la pena recordar los nombres de algunos de ellos victimas del fanatismo.
María Rodríguez Murillo
La madrugada del 26 de octubre de 1935, los cristeros le advirtieron a la maestra que se fuera del pueblo; así asesinaron a la maestra María Rodríguez Murillo, una profesora muy dedicada, que trabajaba en Huiscolco, municipio de Tabasco, Zacatecas. A la mañana siguiente de su asesinato, el cura del lugar dio misa y absolvió a los asesinos.
La señorita Murillo fue acusada de ser comunista y de apoyar el reparto de tierras, mientras que la gran mayoría del clero condenaba el agrarismo y amenazaba a los campesinos que recibieran tierras con los castigos eternos del infierno.
Murillo se había enfrentado con el cacique del lugar porque él no quería que sus trabajadores aprendieran a leer y escribir, mientras que el cura la tachaba de hereje.
Carlos Toledano                                           
De acuerdo con Indalecio Sáyago, político mexicano que en esa época era maestro rural: “…Los terratenientes, los ‘guardias blancas’, los curas, organizaron la más feroz campaña en contra de los trabajadores de la educación: maestras violadas, profesores asesinados. Un grupo de ‘guardias blancas’, en pleno día, rodeó la escuela donde estaba laborando el maestro Carlos Toledano. Lo ataron con alambre de púas de pies y manos. Con los muebles de la escuela, cuadernos y libros hicieron una hoguera y lo quemaron vivo frente a sus alumnos”.
Los mártires de Teziutlán
El 15 de noviembre de 1935, en Teziutlán, Puebla, fueron asesinados, en sus escuelas, en presencia de sus alumnos, tres maestros rurales: Carlos Sayago Hernández, en La Legua; Carlos Pastrana Jiménez, en Ixtipan, y Librado Labastida Navarrete, en San Juan Xiutetelco; a quienes apuñalaron al grito de ¡Viva cristo rey!
En Teziutlán, año con año, se lleva a cabo una ceremonia en honor de los maestros mártires, y en el centro del poblado, hay tres placas conmemorativas.
Micaela y Enriqueta Palacios
En la placa conmemorativa se mencionan a las maestras Micaela y Enriqueta Palacios, agredidas el 19 de noviembre de 1935. La prensa de la época reportó los graves atropellos que las profesoras sufrieron de un grupo de sublevados que asaltó la escuela oficial de la ranchería de Camajapita (en los Altos de Jalisco).
Vicente Escudero: héroe de la Prevocacional
El profesor Vicente Escudero, de apenas 16 años, fue uno de los alumnos de la Prevocacional número7, Rafael Dondé, que por su alto desempeño escolar fue propuesto para ocupar las plazas de maestro rural en 1934.
Ese mismo año se trasladó al poblado de Santa Mónica de viudas, en Valparaíso, Zacatecas, para desarrollar su labor, pero pronto fue víctima del odio de los cristeros, que lo acusaban de ser comunista y ateo.
El 5 de abril llegaron hasta su casa unos 70 de ellos, lo apresaron, lo arrastraron, lo colgaron de un árbol, pues los fanáticos lo consideraban un “anticristo” que ofendía a la Iglesia.

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