Se ha quemado. Irrelevante electoralmente, porque el dedo de Calderón hace rato apunta hacia la Vázquez Mota. Haría bien en retirarse antes de que corra el peligro de ser abucheado. Que desde que entregó la concesión para montar casinos a Televisa, quedó muy mal.
También se repartieron entre “peces más chicos” más de esas licitaciones independientes.
Pero la lógica se impone. México no es Hawái ni las Antillas. Turísticamente no necesitaba de los casinos.
El sentido común dicta lo contrario, que podría perjudicarlo por la instauración de la corrupción y la atracción del lavado de dinero diluido en el negocio; las circunstancias de inmoralidad pública que de siempre se han vivido en nuestro país.
La oferta de México es suficientemente rica en cultura, variada en exótica geografía y ni siquiera hemos explotado medianamente su potencial.
Mientras Creel sale quemado luego del golpe incendiario en el casino royal, que quiten sus caras de falsos carneros degollados, y decreten el cierre de TODOS LOS CASINOS.
No engañen a los incautos. Señores, y muestren algo de coherencia.
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