* Ofrendan a Tláloc con música en
Texcoco
* Interpretan música de altura a cuatro mil 150 metros sobre le nivel del
mar
Texcoco
Edomex.- El monte Tláloc presencio las melodías que músicos texcocanos
interpretaron, para agradecer por el talento que les fue heredado de sus
antepasados y que hoy elevan a cuatro mil 150 metros sobre el nivel del mar.
Pese a
las dificultades que representa tocar instrumentos de aliento a esa altura, así
como a las inclemencias del tiempo, los músicos de Santa María Tecuanulco, San
Jerónimo Amanalco, Santa Catarina del Monte y Méxican Bras; dirigidos por el
maestro Joel Aguilar Espinoza, ofrendaron a Tláloc su música y deleitaron los
oídos de los asistentes,entre ellos el Presidente Municipal Higinio Martínez
Miranda, poetas indígenas y arqueólogos.
En el templo considerado el más alto y antiguo del mundo, por primera vez 16
músicos interpretaron temas como “Comé, Thou Found of Evey, arreglo de Dale
Grotenhuis”; “Psalm XIX, de Benedetto Marcelo”; “O master, Let
Me Walk With Thee, de H. Percy Smith”, y “Fanfarrea”, en donde los
intérpretes fueron envueltos por la niebla que acentuaba el frío y congelaba
la boquilla de los instrumentos, los labios y dedos de los intérpretes,
que dieron su mejor esfuerzo por arrancar las notas y hacer vibrar a las
montañas.
Azucena Cisneros Coss, Directora de Cultura de Texcoco, explicó la importancia
de esta ofrenda musical y poética, en la cima de la montaña, en donde las nubes
se posaron en el improvisado escenario en la ruinas del templo de Tláloc, con
una espesa y fría niebla.
"Sólo entonaremos cuatro temas, por el problema que representa la falta de
oxígeno, pero además el frío, congela las boquillas de los instrumentos, así
como la boca y los dedos de las manos de los músicos, y eso representa problema
para sacar las notas.
Los
intérpretes con sus trompetas, trombones, cornos, entre la neblina emergieron
con sus sonidos maravillosos, a unos pasos del cielo, como ángeles, fueron
parte de las comparaciones que se hicieron por el excelente trabajo musical.
Higinio Martínez Miranda, reconoció la importancia que la música tiene para los pueblos de la Montaña, que en este caso llegaron cargando sus trompetas, trombones y cornos, ente otros instrumentos hasta el templo de Tláloc, en lo más alto de la montaña, para ofrecer su talento reconociendo su origen Náhualt, rindiendo así un homenaje a las culturas milenarias.
Higinio Martínez Miranda, reconoció la importancia que la música tiene para los pueblos de la Montaña, que en este caso llegaron cargando sus trompetas, trombones y cornos, ente otros instrumentos hasta el templo de Tláloc, en lo más alto de la montaña, para ofrecer su talento reconociendo su origen Náhualt, rindiendo así un homenaje a las culturas milenarias.
Una pequeña y fría brisa invadía el lugar, por lo que comenzó el regreso, caminando
al campamento para convivir y compartir los alimentos con los músicos, poetas,
funcionarios, todos comentando la gran experiencia que prometieron que volvería
a repetirse, en el lugar milenario en donde moran los dioses de nuestros
pueblos originarios, el Monte Tláloc.
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