En el siglo XVII, Margherita Veronese ofreció sus
servicios como partera en Venecia, Italia. El 4 de marzo de 1678, en medio de
un terremoto, asistió al parto de un bebé pelirrojo, con hipoxia (ausencia de
oxígeno) y tuvo que reanimarlo "boca a boca”. El bebé sobrevivió y bautizó
a este niño fuera de las iglesias (lo cual estaba prohibido) y lo llamó Antonio
Lucio Vivaldi Calicchio quien, contra todo pronóstico, sobrevivió. Dos meses
después, el pequeño fue oficialmente bautizado y" exorcizado" en la
iglesia de San Giovanni en Bragora. Vivaldi, apodado "el sacerdote
rojo" (por ser sacerdote y pelirrojo), se convertiría en un brillante
violinista y compositor de obras tan celebradas como Las cuatro estaciones. Su
frágil estado de salud, visible desde su nacimiento, lo acompañó toda su vida,
como él mismo dijo, padecía de "pecho estrecho", posiblemente asma.
Este es un pequeño homenaje a Margherita Veronese y su hermosa profesión:
ayudar vidas, abrir caminos al mundo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario