El cordón umbilical es mucho más que un simple “cordón” que conecta al bebé con la placenta. ¿Sabías que dentro de él hay exactamente dos arterias y una vena? Las arterias llevan sangre sin oxígeno del bebé hacia la placenta, y la vena regresa la sangre oxigenada y nutrientes.
Dato curioso: el cordón umbilical está rodeado por una sustancia gelatinosa llamada gelatina de Wharton, que protege esos vasos sanguíneos delicados y evita que se aplasten durante el embarazo. Además, después del nacimiento, el cordón se seca y se cae en unas semanas, dejando la cicatriz que conocemos como ombligo.
Información retomada de "Divulgando Científica Universal'
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